14/01/2025 | Actualidad > AsiaView

Indonesia, la mayor economía del Sudeste Asiático, se está posicionando rápidamente como una potencia global. Con un Producto Interior Bruto (PIB) que superó los 1,3 billones de dólares en 2023 y una proyección de crecimiento del 4,7-5,5% para 2024, Indonesia ha demostrado una notable resiliencia frente a desafíos globales, como las guerras comerciales o los impactos de la pandemia de COVID-19.

Su ubicación estratégica lo convierte en un centro clave para el comercio marítimo, ya que dos de las rutas comerciales más importantes del mundo atraviesan sus aguas. Además, su riqueza en recursos naturales y su población joven y dinámica han sido factores clave en su ascenso económico. A esto se suma la apuesta de Indonesia por la digitalización y las industrias sostenibles, como la fabricación de baterías para vehículos eléctricos (EV), que han impulsado aún más su desarrollo.

Geografía, demografía y gobierno: la fuerza de un archipiélago global

La República de Indonesia es el archipiélago más grande del mundo, con más de 17.000 islas que abarcan 1.904.569 kilómetros cuadrados. Con más de 280 millones de habitantes, es el cuarto país más poblado y alberga la mayor población musulmana del mundo. La isla de Java, donde se encuentra Yakarta, que hasta ahora ha sido la capital del país, es la más poblada del mundo, concentrando más de la mitad de la población total de Indonesia.   

Joko Widodo y la transformación económica: impulsando el crecimiento sostenible 

Indonesia ha sido un actor clave en el comercio global desde el siglo VII, cuando el reino de Srivijaya comerciaba con China e India. Hoy, es la séptima economía más grande del mundo por paridad de poder adquisitivo según la OECD, y el único miembro del G20 en el Sudeste Asiático.

Bajo el liderazgo de Joko Widodo, quien asumió la presidencia en 2014 y fue sucedido en octubre de 2024 por Prabowo Subianto, Indonesia ha experimentado un notable crecimiento económico y se ha consolidado como uno de los mercados de inversión más atractivos del mundo. Este auge ha sido impulsado, en gran medida, por el aumento global de la demanda de tecnologías de energía verde, que han abierto nuevas oportunidades en sectores clave como el níquel.  

De los minerales a la inversión internacional

Widodo aprovechó las vastas reservas de níquel del país, las más grandes del mundo, para modernizar la industria de procesamiento de minerales y atraer inversiones extranjeras, contribuyendo también a la reducción de su déficit por cuenta corriente.  En 2019, se implementó una prohibición de exportación de níquel, mineral crucial para las baterías de coches eléctricos, como parte de una estrategia para desarrollar una cadena de suministro nacional para estos vehículos. Esta medida revitalizó la industria minera y disparó el valor de las exportaciones al obligar a las refinerías y fabricantes a establecer baterías dentro de sus fronteras. Así, el valor de las exportaciones pasó de 1.4 mil millones de dólares en 2014 a casi 22 mil millones en 2022.

Asimismo, también se introdujeron controles a la exportación de bauxita, mineral utilizado para producir aluminio, y se ha prohibido la exportación de concentrado de cobre a principios de este año.

La inversión extranjera directa ha crecido de manera constante desde la prohibición del níquel, con importantes empresas internacionales, como Ford, Hyundai, Tsingshan Holdings (grupo metalúrgico chino) y BYD, el mayor productor mundial de vehículos eléctricos, invirtiendo miles de millones de dólares en el país. En 2023, la inversión alcanzó un récord histórico de 47.3 mil millones de dólares, un incremento del 3.7% respecto al año anterior, con un tercio de esa inversión destinado a las industrias de metales y minería, principalmente desde China.

Transformación digital: motor del crecimiento económico

Con una demografía joven y altas tasas de penetración de internet, Indonesia ha fomentado su posicionamiento como una de las economías digitales de más rápido crecimiento de la región. Más del 73% de su población cuenta con acceso a internet, cuya creciente adoptación está transformando los modelos de negocio tradicionales.

El impulso de esta transformación ha sido clave para sectores como el comercio electrónico, las fintechs y los servicios digitales, esenciales para el futuro del país. El apoyo del gobierno, a través de programas como “Making Indonesia 4.0”, también ha sido fundamental. Estos programas buscan digitalizar las industrias, fortalecer las PYMEs y construir una infraestructura digital sólida. Además, la pandemia aceleró este proceso, ya que tanto empresas como consumidores comenzaron a usar más las plataformas en línea para hacer transacciones, estudiar y entretenerse.

Desafíos ambientales y el camino hacia la sostenibilidad

Los retos ambientales de Indonesia están relacionados principalmente con su alta densidad poblacional y rápida industrialización. Las grandes plantaciones de aceite de palma, mayormente controladas por conglomerados de Singapur, contribuyen a la deforestación ilegal y los incendios forestales, que a su vez generan contaminación del aire en Indonesia y países vecinos como Malasia y Singapur. Además, el país enfrenta la sobreexplotación de sus recursos marinos y problemas derivados de la urbanización, como la contaminación del aire, congestión de tráfico, manejo de residuos y servicios de agua y saneamiento. La deforestación y la destrucción de turberas han convertido a Indonesia en el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.

Inversiones en infraestructura: conectando un archipiélago en expansión

Para abordar estos desafíos, Indonesia se ha comprometido a reducir sus emisiones de carbono de acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París, establecidos en su Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN) de 2022. El país busca una reducción del 31.89% (sin condiciones) y del 43.2% (con condiciones), superando los objetivos previos del 29% y 41%.

Para equilibrar sus metas de sostenibilidad con el crecimiento económico, Indonesia ha implementado tecnologías de descarbonización, como energías renovables y biocombustibles.

En los últimos años, Indonesia ha registrado una notable inversión en infraestructura, destacando el desarrollo de la nueva capital en Kalimantan, Nusantara, que busca impulsar el crecimiento económico y aliviar la sobrepoblación y la contaminación de Yakarta y que se espera se inaugure antes de 2045.

Asimismo, la expansión de la infraestructura de gas natural licuado asegura un suministro energético confiable para la industria y los hogares, mientras que las inversiones en agua potable y control de inundaciones contribuyen a mejorar la salud pública y proteger a las comunidades de desastres naturales.

Indonesia en el escenario internacional: diplomacia, neutralidad y nuevas alianzas

Poco a poco, Indonesia ha comenzado a posicionarse en el panorama diplomático tanto regional como global. Su carácter neutral, sin alianzas fuertes ni con Occidente ni con China, juega a su favor, ya que carece de aliados fijos y prioriza sus propios intereses.

Además, albergar la mayor población musulmana del mundo, con más de 240 millones de musulmanes, le confiere una posición clave en el ámbito islámico global. Como miembro de la Organización de Cooperación Islámica, el país tiene la capacidad de actuar como mediador en conflictos y diálogos entre estas naciones.

Por otro lado, su liderazgo dentro de la ASEAN y el creciente protagonismo de esta organización en las relaciones internacionales refuerzan aún más su influencia global.

BRICS y la expansión global de Indonesia: un nuevo capítulo en la diplomacia económica

Hace unas semanas, Brasil, la nación que preside actualmente los BRICS, anunció la plena membresía de Indonesia en el bloque. Esta expansión se suma a la inclusión de Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos el año pasado, consolidando aún más al grupo de economías en desarrollo.

La entrada de Indonesia en los BRICS refuerza la misión de este bloque de promover la cooperación Sur-Sur y desafiar las dinámicas de poder global existentes. Con su inclusión, el grupo abarca una mayor diversidad económica y demográfica, lo que consolida su influencia a nivel mundial.

El país también ha sido especialmente firme en su postura frente a las políticas expansionistas de la República Popular China, particularmente en lo que respecta a las disputas en el Mar de China Meridional. En varias ocasiones, ha interceptado y devuelto barcos pesqueros chinos que operaban ilegalmente en sus aguas, e incluso ha tomado medidas más contundentes contra ellos.

Conclusión

Indonesia se perfila como una potencia emergente en la economía global, gracias a su ubicación estratégica, recursos naturales abundantes, y políticas orientadas hacia la sostenibilidad y la digitalización. A lo largo de los últimos años, ha logrado importantes avances en infraestructura, descarbonización y desarrollo económico, mientras enfrenta desafíos ambientales y sociales significativos. Su inclusión en el G20 y en el bloque de los BRICS subraya su creciente influencia en la arena internacional. A medida que avanza hacia un futuro más verde y digital, Indonesia continúa consolidándose como un actor clave en el comercio global y un líder en el Sudeste Asiático.

Departamento de Economía y Empresa de Casa Asia

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